Hermano Yurik Shindlher (54 años), Suiza


Por 25 años yo había padecido de dolor de mi rodilla izquierda. Me sometí a una cirugía de cartílago, pero el dolor permaneció y luego se convirtió en artritis. Yo vivía constantemente con dolor. Ingería analgésicos cuando el dolor era muy intenso. Me habían recomendado evitar ciertos ejercicios, entre ellos montar en bicicleta, que era algo que me agradaba hacer. Tuve que restringirme de muchas cosas debido a este problema.

En el 2015 mi médico dijo que la condición había empeorado y me sugirió que me sometiera a una cirugía para reemplazar la articulación, y que lo hiciera cuanto antes. La cirugía estaba programada para el 7 de junio de 2016. No obstante, yo escuché que la Rev. Heesun Lee, Pastora Guía Mundial de Manmin, iría a Suiza; así que, con valentía, cancelé la cirugía.

Yo había visto y escuchado de muchas personas que reciben la sanidad por medio de la oración con el pañuelo (Hechos 19:11-12). Esta vez llegué a tener esperanza de sanidad y obtuve fe. Mi esposa y yo nos preparamos para recibir la oración.

El 21 de junio, cuando la Reverenda Lee oró por mí, sentí fuego descender sobre mis rodillas. De inmediato el dolor desapareció y pude enderezar mis rodillas y caminar sin dificultades. ¡Aleluya!

Mi esposa, Gulbahar Shindler, había escuchado por casualidad el sermón del Dr. Jaerock Lee en un programa de TBN Rusia en noviembre de 2011. Ella recibió mucha gracia y desde entonces ella escucha los sermones en la página electrónica por diez horas cada día. A finales de diciembre de 2011 ella visitó Corea y sintió la presencia de Dios en la iglesia. Después de recibir la oración del Dr. Lee, ella también fue liberada de un dolor de espalda que la había atormentado por un año.

En agosto de 2012 yo visité Corea con ella y participamos del Retiro de verano realizado en Muju, en la provincia de Jeonbuk (Corea). Innumerables personas presentes fueron sanadas de sus enfermedades gracias a la oración del Dr. Lee y experimentamos prodigios sorprendentes. Mientras estaba en ese lugar lleno de poder comprendí por qué mi esposa siempre había querido visitar Corea.

Nosotros compartimos de la iglesia con conocidos y hemos participado de los servicios de adoración de la iglesia en Internet con otras diez personas a quienes guiamos. Los sermones del Dr. Lee hacen énfasis en la santificación, lo que sacia la sed espiritual de los suizos que han estado anhelando la gracia. En mayo de 2016 alquilamos un edificio y hemos vivido una vida de creyentes juntos como los cristianos de la iglesia primitiva.

Ahora, después de 15 años de descanso, yo disfruto montar en bicicleta e incluso puedo escalar por más de cinco horas. Siento como si estuviera viviendo un sueño. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien nos ha bendecido con el evangelio de la santidad.