Hermano Myungkil Bang (41 años), Iglesia Internacional Manmin de Nueva York (EE. UU.)


En febrero de 2011, mi madre me pidió con sinceridad que visitara el sitio web de la Iglesia Central Manmin y que leyera el texto de los sermones titulados la medida de fe. Me parecieron tan interesantes que no pude estar consciente del paso del tiempo. Yo examiné el nivel de mi fe y llegué a tener esperanza de una mejor morada celestial y las recompensas. Los sermones dieron una explicación clara sobre el Libro de Génesis, así como el tema del espíritu y la carne; estaban basados en la Biblia y todo era nuevo para mí.

Después de esto comencé a romper mis malos hábitos sin siquiera intentarlo, y empecé a orar. Yo solía pensar que Dios estaba muy distante de mí y que era muy estricto, pero llegué a sentir que era un Padre bondadoso y lleno de amor. Yo miré los programas de los sermones en GCN (www.gcntv.org). Cuando veía al Pastor Principal, me sentía tan agradecido que derramaba lágrimas. Al mismo tiempo, comencé a sentir compasión por las personas que no habían escuchado el evangelio de la santidad.

En agosto de 2015 participé en el Retiro de Verano de Manmin y comencé a asistir a la Iglesia Internacional Manmin de Nueva York (EE. UU.). Yo soy un taxista en Manhattan (Nueva York), y he sido protegido y bendecido en el espacio del pastor. En mi taxi yo tengo ejemplares de Noticias Manmin, que contienen la palabra de vida y las obras poderosas, y lo entrego a mis clientes. Cuando voy a lugares lejanos lo pongo en los buzones de correo con la esperanza de que los moradores del lugar conozcan al buen Dios.

Mi madre solía sentirse muy débil, pero fue sanada de artritis y se volvió sana al punto de no haber vuelto a tener un resfriado desde que recibió la oración por parte de la Sra. Boknim Lee, Presidenta del Centro de oración Manmin, durante su visita a Corea para asistir al Retiro de Verano Manmin de 2011. Ella se encuentra administrando una iglesia y un orfanato; y dado que comienza el día con la oración del Pastor Principal, los niños son felices y la iglesia recibe bendiciones financieras.

Doy todas las gracias y la gloria a Dios quien me bendijo para conocer la Iglesia Central Manmin, para entender la voluntad de Dios, y porque al estar dentro del espacio del pastor he recibido más bendiciones de las que he sembrado.