He sido sanada de Cirrosis en el Hígado después de recibir la oración que realizó el Rev. Dr. Jaerock Lee durante la cruzada. La oración trascendió el tiempo y el espacio

Diacona Hongsup Kim

Soy la Diacona Hongsuo Kim escribiendo desde Yanbian, China.
Abrumada por discordias familiares y fracasos en los negocios. He pasado casi toda mi vida metida en el alcohol. Empecé a sangrar en Mayo del 2006, fui al hospital y me diagnosticaron que estaba en las últimas etapas con cirrosis en el hígado y que tenía anemia perniciosa. Que no había cura y que mi enfermedad solo empeoraría.
Cuando volví a sangrar en Julio del 2006, sacaron toda la sangre que bote en cubetas por tres días. Estaba mareada, corta de aliento, sin poder pararme de mi asiento y era un tormento hablar.
Mientras estaba en cama, pensando en mi eminente muerte sin energías ni para dar un paso. Recibí noticia de mi hija en Beijín que pronto se realizaría la cruzada en Nueva York, entonces hice un viaje hasta la ciudad.
Me tomó dos horas llegar a la estación de trenes desde mi casa y otras 24 horas para llegar a Beijín. Recibir la oración del Rev. Dr. Jaerock Lee por sanidad durante la cruzada era mi última esperanza; por eso fui a Beijín y participé en la cruzada a través del Internet. Sólo el simple hecho de haber llegado a Beijín fue un milagro.
Después de escuchar los mensajes del Rev. Dr. Jaerock Lee y recibir la oración por los enfermos. Al instante fui profundamente tocada en mi corazón, empecé a derramar lagrimas sin entender porque, sentí fortaleza de pies a cabeza. Fui sana; el mareo y los dolores de cabeza se fueron. Mis manos que generalmente eran pálidas volvieron a la normalidad.
¡Ahora puedo comer bien, me ejercito todas las mañanas y trabajo lo más fuerte que puedo!