Diaconisa Jeongyeop Roh (63 años), Zona 27 (Corea del Sur)


Desde que comencé a asistir a la Iglesia Central Manmin en julio de 2004, he recibido muchas bendiciones. Antes de asistir a Manmin, mi rostro estaba inflamado y mis ojos lagrimeaban con el viento. No podía dormir debido al dolor en mi cuello y espalda. Durante veinte años cada primavera sufría de dolor crónico en mi espalda. Pero cuando recibí la oración por los enfermos, pude ser sanada de todo esto.

Al recibir buena salud, pude trabajar de manera más diligente y pude obtener mi propia casa. Estaba llevando una vida cristiana feliz y bendiciones como estas. Mientras tanto, experimenté nuevamente el poder asombroso de Dios el Creador.

Cuando era joven, estaba tan sorprendida de haber perdido mi audición en el oído derecho. Por lo tanto, mientras trabaja a menudo me preguntaban si yo era sorda. Sin embargo, no podía recibir tratamiento médico debido a la situación financiera de mi familia. En julio de 2012, mi hija me pidió que fuera al hospital por este asunto y que me hiciera un chequeo especial. Pero el resultado fue que mi capacidad de audición del oído derecho era irrecuperable por lo que una cirugía era innecesaria.

Debido a que había vivido escuchando solo con el otro oído durante cuarenta años, simplemente lo acepté. De hecho, no pensé que podía ser sanada por medio de la oración. En ese momento, me sentí apenada ante Dios porque no podía ofrecer el servicio de adoración excepto por los Servicios dominicales ya que a menudo debía trabajar horas extras. Así que fui animada para entregarle algo más a Dios.

Desde el año 2013 comencé a escuchar los sermones del Pastor Principal, Dr. Jaerock Lee: «Estudio de Génesis», «la semilla de la vida» y «el mensaje de la cruz». Constantemente escuché «el mensaje de la cruz» y aprendí acerca de la razón por la cual Dios colocó el árbol de la ciencia del bien y del mal, la providencia del cultivo de la humanidad y el amor de Dios, y por qué Jesucristo es nuestro único Salvador. Pude así colocar el fundamento de la fe. En la primavera de 2015, me encontraba escuchando el sermón del Pastor Principal en mi teléfono celular mientras me dirigía al trabajo en el metro. La persona que se encontraba a mi lado me dijo que podía escuchar el sonido. Era porque el audífono de mi oído izquierdo no se encontraba bien colocado en mi oreja y el sonido podía escucharse. Era extraño porque pensaba que podía escuchar bien por mi audífono izquierdo. Pero luego me olvidé del asunto.

Un día, de repente llegué a pensar que incluso las personas que nacieron sordas llegaron a oír después de recibir la oración del Dr. Lee y yo podría haber recuperado la capacidad de audición. Y luego coloqué el audífono en mi oído derecho e intenté escuchar el sermón. Entonces puede escucharlo bien. ¡Asombroso! Estaba tan emocionada.

Y me di cuenta que en el metro no me había puesto el auricular firmemente en el oído izquierdo, pero pude escuchar porque ya había recuperado la capacidad de audición en el oído derecho. Simplemente no me había dado cuenta.

Mi capacidad auditiva era médicamente irrecuperable y no podía ser tratada con cirugía. Pero Dios restauró mi audición por medio del poder del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo me instó a comprobarlo y ver. En noviembre de 2015, fui al hospital y examinaron mi oído derecho. Resultó ser normal. ¡Aleluya!

Adicionalmente, experimenté otra obra de sanación en el Retiro de verano Manmin 2015. Mi tobillo izquierdo se fracturó cuando tenía 18 años, y mi pantorrilla izquierda estaba inflamada y la hinchazón no disminuyó. Ambas piernas eran diferentes en grosor. Pero en la primera noche del retiro, cuando recibí la oración del Pastor por los enfermos, mi pierna se normalizó.

Le doy todas las gracias y gloria a Dios quien me sanó en mi enfermedad, solucionó mis problemas financieros y nos bendijo con la esperanza por el Cielo.