Hermana Deolgur (25 años), Iglesia Manmin de Mongolia


En marzo de 2015, fui guiada a la Iglesia Manmin de Mongolia por mi abuela. Pasó poco tiempo desde que me registré y comencé allí una vida cristiana. Mientras pasó el tiempo, pude experimentar el gran amor del Dios vivo alrededor de las 6:00 pm del 20 de noviembre.

Me encontraba en la calle esperando un taxi junto a una amiga. De repente un camión comenzó a retroceder hacia donde estábamos nosotras. Me tropecé y luego caí. Sin que el conductor lo supiera, soltó el camión y estaba a punto de atropellarme. Luego dijo que él pensó que simplemente era una piedra grande bajo las ruedas.

En ese momento tenía tres meses de embarazo. En ese instante pensé que iba a morir y oré a Dios que salvara al bebé en mi vientre. Esto sucedió tan rápido que mi amiga estaba conmocionada. Pero ella supo cómo manejar la situación rápidamente y me llevó al hospital. Sorprendentemente, el bebé en mí y yo no tuvimos ningún problema en absoluto. ¡Aleluya!

Mi amiga, que presenció el accidente, y el médico se llenaron de emoción y dijeron: «¡Qué sorpresa! ¡Esto fue algo asombroso!»

En realidad, probablemente debería haber muerto allí, pero Dios me salvó e incluso contestó mi oración y protegió a mi bebé. Me sentí muy agradecida.

Siento mucho amor por Dios el Padre y llegué a tener una fe viva. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien me protegió en este mundo lleno de accidentes.