Hermano Jiwoon Baek (18 años), estudiante de escuela dominical, Iglesia Central Manmin

He asistido a la Iglesia Central Manmin solo siguiendo a mi madre. Pero prefería reunirme con mis amigos de la iglesia. Mientras me encontraba en el cuarto grado de la primaria, comencé a jugar juegos electrónicos. Cuando llegué a ser estudiante intermedio de escuela, faltaba a los servicios dominicales por jugar futbol con mis amigos y por jugar videojuegos en los cibercafés. Me quedaba dormido durante los servicios de adoración, chateaba con mis amigos y miraba mi teléfono inteligente. No escuchaba los sermones. Luego de convertirme en estudiante de secundaria, ya no faltaba a los servicios del domingo, pero seguía yendo a los cibercafés durante la semana.

En octubre de 2015, tuve tres diferentes sueños mientras dormía. En el primer sueño, yo era decapitado. Dos meses después, tuve el segundo sueño en el cual era cubierto de lava y moría. Incluso después de tener estos sueños seguía siendo amigo del mundo. En mayo de 2016, en mi tercer sueño, fui condenado al infierno. Sentí tanto miedo que pensé que no debía vivir como lo estaba haciendo. También comencé a asistir a la Reunión de Oración de Daniel y la Vigilia entera del viernes.

Era un poco difícil para mí orar. Yo salía con mis amigos y con frecuencia no ofrecía la primera mitad de la Vigilia entera del viernes. No obstante, en ese momento, muchos de mis amigos comenzaron a sentir el amor de nuestro pastor, dejé de jugar videojuegos y comencé a orar. Pude unirme al fluir del espíritu.

Participamos en la Reunión Especial de Oración de Daniel durante cuarenta y dos días, y recibimos un premio en el último día. Incluso ofrecimos la Vigilia entera del viernes, incluyendo su segunda parte, con la plenitud del Espíritu Santo. Me sentía muy feliz por mis amigos y por estar con ellos.

En preparación para el Servicio Devocional de Estudiantes y para el Retiro de Verano Manmin 2016, estaba más enfocado en los servicios de adoración y en la oración, y me esforcé por ofrecer todo mi corazón. Desde mi quinto año de escuela primaria, mi vista comenzó a fallar porque me gustaba ver televisión y utilizar demasiado mi ordenador. Tuve que utilizar anteojos pero eran tan incómodos que dejé de usarlos. No podía leer las palabras en la pizarra de la escuela y tampoco podía ver el rostro del Pastor Principal durante el sermón en la iglesia.

El 2 de agosto me hice una medición de mi vista y los resultados no fueron buenos: 0.15/0.1. El Pastor Principal nos dijo que Dios sanaría a muchas personas que tuvieran enfermedades en los ojos durante el retiro de verano. Yo guardé sus palabras en mi corazón y me preparé con servicio voluntario y oración. El 7 de agosto fue el día de nuestro servicio devocional. Quería ofrendar el dinero que desde pequeño había ahorrado. Ofrendé un millón de won surcoreanos y me sentí muy bendecido.

El 8 de agosto, recibí la oración del Pastor Principal por los enfermos durante la Reunión de Sanidad Divina en el Retiro de Verano Manmin. En ese momento sentí mis ojos fríos. Al siguiente día mi visión parecía estar más clara. Entonces, en los siguientes días, pude ver el rostro del Pastor Principal, quien se encontraba dirigiendo el concierto del Campamento de Fuego de Alabanza y Adoración. Desde el retiro mi visión ha ido mejorando. ¡Aleluya!

Al experimentar la obra de Dios, quien me dio la respuesta cuando actué mediante la fe, pude convertirme en una persona con seguridad espiritual y ser lleno de esperanza. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien es tan bueno, y a su vez extiendo mi agradecimiento al Pastor Principal quien alberga a los estudiante con lágrimas y amor.