Diáconisa Soyoung Cho (46 años), Zona 30, Iglesia Central Manmin


El 29 de diciembre de 2016, mientras yo movía mi automóvil en un estacionamiento frente a un tranquilo restaurante coreano ubicado en Gyeonggi-do, en la ciudad de Euiwang, este se deslizó y cayó en una pendiente de tres metros. No noté que la caja de cambios estaba en reversa, y yo acenté mi pie sobre el acelerador. Mi automóvil se deslizó velozmente hacia atrás, rompió la valla, cayó por la pendiente y se dio vuelta. Todo pasó en un instante.

Después del accidente recibí la oración del Pastor Principal con la ayuda de las personas que me ayudaron y me llevaron a un hospital universitario cercano. Me revisaron la cabeza y el cuello por medio de radiografías, y los resultados revelaron que todo estaba bien. Dado que yo no estaba usando mi cinturón de seguridad porque en ese momento solo estaba moviendo el automóvil a otro lugar dentro del mismo estacionamiento, me lastimé mucho mi ojo derecho, justo debajo de la ceja, y tuve que usar un soporte para el cuello. Pero me recuperé rápidamente y pude sacarme el soporte después de tres días y seguir cumpliendo con mis responsabilidades normales.

Cuando un vehículo cae a una pendiente desde una altura de tres metros, el conductor por lo general sufre graves daños en la cabeza, el cuello y la espalda porque los vidrios explotan y el techo se aplasta por completo. Sin embargo, mi cuerpo no sufrió ningún daño porque el espacio fue suficiente aunque mi automóvil se dio vuelta. Cada vez que pienso en esto me quedo sorprendida.

Doy gracias a Dios quien me protegió con el amor del Señor y el espacio del pastor.