“¡Cristo Jesús es todo para mi!”

En el verano del 2002, noticias muy tristes llegaron a mí mientras estaba en Seúl, Corea. Mi madre, quien estaba viviendo en Paris, Francia en ese momento; había sido diagnosticada con leucemia. Después de perder a mi padre en una temprana edad, la idea de perder a mi madre era simplemente inconcebible.
En febrero del 2004, me uní a la Iglesia Manmin Central después de haber sido guiado por el Diácono Victor Thermans Kitoko, de quien había sido amigo. Del Pastor Keum-joo Han, Pastor Consejero de la Parroquia de Extrajeros, recibí los libros del Dr. Jaerock Lee, los cuales incluían El Mensaje de la Cruz y Saboreando la Vida Eterna Antes de la Muerte.
Después de leer los libros, puede empezar a comprender la Palabra de Dios más fácilmente y mientras presenciaba las obras del poder de Dios manifestadas a través del Rev. Dr. Lee, empecé a creer que mi madre también podía ser sanada.
En Mayo de ese año, asistí a “La 12ª Reunión Especial de Avivamiento de Dos semanas con el Dr. Jaerock Lee” con un intenso deseo de experimentar las señales y las maravillas por mi mismo. Uno de los días de la Reunión de Avivamiento, llegué a la Iglesia con una fotografía de mi madre y recibí la oración del Pastor General. Cuando su condición no mejoró, empecé a orar profundamente para encontrar las razones a la falla de haber recibido la sanidad de Dios y para encontrar la solución al problema. Puse más cuidado a la Palabra de Dios predicada y poco a poco obtuve respuestas.
A fin de recibir la sanidad de Dios, el paciente mismo tenía que aceptar al Señor, arrepentirse de su pasado y recibir la oración por fe. Yo tuve también que hacer todo esfuerzo para vivir por la Palabra de Dios con la clase de fe y obras con la cuales pudiera agradar a Dios.
Esta no era una tarea fácil para nada, ya que los miembros de mi familia eran Católicos, pero empecé a compartir el Evangelio con mi madre. Cada vez que yo recibía la oración del Pastor General, pensaba en ella. Aún cuando escuché de un pariente que la condición de ella había empeorado, luché por regocijarme siempre, por orar sin cesar y por dar gracias por todo; creyendo firmemente que Dios con seguridad la sanaría. Cada día leía tres capítulos de la Biblia y memorizaba un verso de ella. Cada vez que encontraba elementos de maldad dentro de mí, yo me esforzaba por echarlos fuera.
Para el otoño del 2006, la condición de mi madre empezó a mejorar y para principios de este año, ella había recuperado mucho de su energía y se había sanado.
Una revisión médica el 11 de Junio de este año mostró que no había restos de células cancerosas y su doctor estaba simplemente intrigado, le decía a ella que no podía comprender lo que había sucedido. ¿Cómo puede el conocimiento y los pensamientos del hombre comprender las obras de Dios? Mi madre le dijo que esta era la respuesta a las oraciones a Dios de su hija y que no debería ser tomado como una sorpresa. ¡Aleluya!
Actualmente, mi madre está orando para experimentar personalmente por su propia fe la Palabra de Dios y las obras de Su poder por la cuales yo le he testificado a ella.
Le doy todas las gracias y la gloria a Dios por permitir a mi familia tan maravillosa bendición, y así como yo he recibido la gracia y he llegado a poseer fe después de presenciar los testimonios de otros, yo espero que mi testimonio pueda servir para hacer lo mismo. También quisiera expresar mi sincero agradecimiento al Pastor General Dr. Jaerock Lee por mostrarme claramente el camino de la santificación y de las bendiciones a través de sus mensajes.