~ Diaconisa Sun-Hee Choi (Iglesia Manmin de Daejeon)

Contrario a mi apariencia, siempre había sido débil y detecté el primer síntoma a principios de Febrero. Todo el estómago se endureció al grado donde no podía ni tocarlo y sentía un dolor agudo constante. Pensé que iba a estar bien, pero después que habían pasado 2 semanas, sentía como si alguien me jalando a los lados y por la espalda, cada vez que caminaba hacia arriba o cuando subía gradas y el caminar mismo se volvió insoportablemente doloroso. Sentía inexplicablemente frío e inconfortablemente caliente mientras que el menor grado de esfuerzo era demasiado difícil. Cada vez que respiraba, bostezaba, o tosía, se presentaban dolores agudos. Con frecuencia permanecía despierta toda la noche pues no lograba dormirme por el penetrante dolor en mi hombre izquierdo y en mi espalda. Algo estaba muy mal.
El 22 de Febrero, después de un examen descubrí que tenía pleuritis tuberculosa. El doctor me aconsejó que fuera a un hospital más grande y me dijo que por los próximos 9 meses, iba a ser sometida a un tratamiento con fármacos y que debía comer y descansar bien.
Cuando mi hija Ha-Young (6) tenía tres años de edad, había sufrido de impétigo en todo su cuerpo; ella no podía dormir y pasaba todos los días llorando. Sin embargo, una semana después de recibir la oración del Pastor General, las espantosas lesiones empezaron a secarse y nueva piel se desarrolló. Ella también había sido sanada del resfrío y de otras enfermedades por la oración para los enfermos grabada en el teléfono del Pastor General. Como tenía esa experiencia, no estaba preocupada porque yo tenía “pleuritis tuberculosa”.
Durante la última semana de Febrero, hubo una cruzada de sanidad en el Centro de Oración de Manmin ubicado en seoul. Mientras me encontraba alabando y orando a Dios, Su gracia fue derramada sobre mí. Partes de mi vida de las cuales no había estado consiente se presentaron delante de mis ojos como una película.
Yo había recibido un deber de parte de Dios en mi sincero deseo pero estuve pronta a renegar en la tardanza para producir fruto. Había juzgado a otros voluntarios cuando llegaban tarde a las reuniones, pensando en cómo podían ser tan descuidados con el trabajo de Dios. También había tenido prejuicio en contra de otros en lugar de mirarlos con bondad; había estado tan preocupada e inquieta por la paja en el ojo ajeno fallando en reconocer la viga que había en mi propio ojo.
Había más. No había tratado a mi esposo con respeto porque pensaba que sabía más y mejor que él. Era también pronta para enojarme con mi esposo y con mis hijos. Las personas me habían aconsejado a servir primero, pero ni siquiera pensé que algo estuviera mal conmigo. Cuando empecé a verme a mí misma con la gracia de Dios, reconocí cuan egoísta y fría había sido, y me arrepentí de ello entre lágrimas.
El Viernes 29 de Febrero, asistí a la reunión de sanidad divina con el Espíritu Santo, la cual se realiza el último Viernes de cada mes durante la Vigilia de ese día. Cuando recibí la oración del Pastor General desde el púlpito, una bola de fuego vino sobre mi cabeza y el dolor en la parte posterior de mi pecho desapareció.
El 4 y 5 de Marzo, “La cruzada del Pañuelo con la Rev. Heesun Lee” fue realizada en la Iglesia Manmin de Daejeon.
“Cuando el corazón es bueno y noble, cada palabra que es pronunciada será buena y amable”.
También hubo otra cosa que reconocí. Las palabras que había pronunciado descuidadamente como bromas pudieron haber sido recibidas como un motivo de daño. Cuando empecé a arrepentirme con lágrimas en medio del dolor y la vergüenza, paz y gozo desbordó en mi corazón. Cuando la Rev. Heesun Lee oró por mí con el pañuelo sobre el cual había orado el Pastor General, el dolor que había sentido cada vez que respiraba desapareció y mi hombro izquierdo se sintió liviano y cómodo.
El 5 de Marzo, un examen CT confirmó que el agua en la pleura izquierda había sido drenada y la siguiente revisión no encontró nada anormal.
Al llegar a reconocer que “la bondad del corazón” es aquello que a Dios le agrada, puedo ahora sentir su inmenso amor por medio del cual Él desea que yo me convierta en la novia de Nuestro Señor la cual es pura de corazón.
Le doy toda la gloria a Dios el Sanador quien me sanó de mis enfermedades en el nombre de Jesucristo.

Resultados de los rayos-X





~ Antes de recibir la oración: pleuritis tuberculosa detectada (Febrero 22, 2008)
~ Después de recibir oración: pleuritis tuberculosa desaparecida (Marzo 5, 2008)