Pregunta

Hechos 4:12 nos dice, “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Entonces, ¿Cómo puede la gente de los tiempos del Antiguo Testamento y aquellos de los tiempos del Nuevo Testamento, que han muerto sin haber escuchado siquiera el Evangelio, recibir salvación?

Respuesta

Dios le da a cada persona una oportunidad para recibir salvación. Este es el “juicio de conciencia” (Romanos 2:14-15). Dios escogió al pueblo de Israel, les dio la Ley y los separó como el estándar de salvación. Si ellos vivían conforme a la Ley, recibirían la salvación; si fallaban en vivir según la Ley, no recibirían salvación. Sin embargo, esto no puede ser aplicado a los Gentiles, todos aquellos que no son del pueblo de Israel. Por lo tanto, para los Gentiles su comportamiento en la bondad de acuerdo a su conciencia se convirtió en un estándar de la ley.

El corazón del hombre está dividido entre el corazón lleno de la verdad que Dios le dio, el corazón lleno de falsedad que entró en él por el pecado, y la conciencia que distingue lo bueno de lo malo (Romanos 7:22-23). Como la conciencia es formada por cada individuo, ésta puede variar de acuerdo con la naturaleza del corazón con el cual él o ella nacieron y el medio en el cual creció. Sin importar cuan buena pueda ser la conciencia de una persona, ésta no puede ser comparada a los estándares absolutos establecidos por Dios.

El Dios de amor, sin embargo, ha mostrado su misericordia y bondad permitiendo la salvación por medio del “juicio de conciencia” a las personas que no conocieron al Señor. Por un lado, si las personas se comportaron con bondad y rechazaron la maldad de acuerdo con su conciencia, Dios los reconoce como que han obedecido la Ley. Por otro lado, si las personas conociendo la verdad rechazan la bondad y están listos a darle la bienvenida a la maldad en sus vidas, es como que han desobedecido la ley y por lo tanto no tienen nada que ver con la salvación.

Las personas con una buena naturaleza creen en la existencia de un Dios con solo mirar al universo y todo lo creado en él (Romanos 1:20). Ellos temen al cielo y hacen todo el esfuerzo para vivir vidas buenas y justas. Si tales personas en el pasado hubieran escuchado el Evangelio, habrían aceptado al Señor con prontitud. Cuando su vida en este mundo terminó, Dios los guió al Sepulcro Alto primero y les permitió escuchar el mensaje de salvación y para que aceptaran a Jesucristo.

Anterior a Su resurrección, Jesús predicó el mensaje de salvación durante 3 días en el Sepulcro Alto (1 Pedro 3:19). Este fue el momento para que las personas que habían recibido la salvación por medio de la Ley en los tiempos del Antiguo Testamento o por el juicio de conciencia, aceptaran a Jesús como su Salvador. Después de esto, fueron trasladados a un lugar de espera en las orillas del paraíso. Las personas de los tiempos del Nuevo Testamento que recibieron la salvación por medio del juicio de conciencia, de la misma forma escucharon el Evangelio y aceptaron el Señor en el Sepulcro Alto, y son trasladados al lugar de espera. Como Jesucristo es el único camino a la salvación, incluso las personas que recibieron la salvación por el juicio de conciencia tienen que pasar por este proceso.

Por lo tanto, las personas que murieron sin escuchar el evangelio en los tiempos del Antiguo Testamento, recibirán la salvación a través de la Ley y por el juicio de conciencia, y en los tiempos del Nuevo Testamento a través del juicio de conciencia.