Muchos participantes de la Cruzada Especial de Sanidad Divina que se llevó a cabo la noche del viernes 30 y la madrugada del sábado 31 de Mayo del 2008, experimentaron las sanidades y las respuestas de Dios a sus oraciones. Noticias Manmin se reunió con algunos de ellos e investigó las condiciones en las cuales ellos pudieron arrebatar de lo alto las respuestas de Dios.



“¡Puedo escuchar a través de mi oído izquierdo por primera vez desde hace 20 años!”

~ Hitomi Kojima (Osaka, Japón)

Hace dos décadas, yo no podía percibir sonido en mi oído izquierdo y fui al hospital por una evaluación, la cual me diagnosticó con “sordera repentina” de origen incierto. Durante las siguientes 2 semanas, me sentía mareada cada mañana cuando me levantaba de la cama, vomitaba repetidamente, y no podía manejar un auto ni mi bicicleta. El ruido constante en mi oído, como aquel que produce un grillo, me evitó alcanzar una buena noche de sueño durante un año.
Luego a principios de Mayo del 2008, asistí a una cruzada del pañuelo (Hechos 19:11-12) realizada en la Iglesia Manmin de Maizuru y recibí la oración con el pañuelo. Pronto me di cuenta que estaba escuchando con mi oído izquierdo por primera vez en 20 años. Me mantuve firme en la creencia que sería totalmente sanada cuando recibiera la oración de Dr. Jaerock Lee, y empecé a prepararme ayunando en las mañanas y con ofrendas de paz. Luego una noche, tuve un sueño en el cual el Dr. Jaerock Lee me visitó y me dijo que no solo mi oído sino todo mi cuerpo serían limpiados.
Cuando llegué a Corea, estaba convencida de la sanidad que recibiría. Durante dos semanas participé en las reuniones realizadas en el Centro de Oración Manmin. Durante la Cruzada Especial de Sanidad Divina, recibí la oración del Dr. Jaerock Lee y en ese momento, hubo una sensación de frío descendiendo de mi cabeza hasta mis pies. A partir de ese momento, he podido escuchar bien con mi oído izquierdo aun cuando cubro el oído derecho con mi mano. ¡Aleluya!




“La enfermedad del Parkinson no es problema para Dios”

~ Yeon-Wan Jung (3-1 Distrito\; 5-1 Misión de hombres)

Hace 4 años, empecé a tener dificultades para hablar y mi cuerpo temblaba incontrolablemente. Durante una visita al hospital para una evaluación, fui diagnosticado con la enfermedad del Parkinson. Durante un mes previo a la Reunión Especial de Sanidad Divina, los síntomas empeoraron después que dejé de tomar medicamentos. Soportando por fe, me preparé con ayuno y oración mientras participaba en reuniones en el Centro de Oración Manmin. También escuché repetidamente los sermones de “El Mensaje de la Cruz” grabados en casetes que mi hija (Diaconisa Ae-Kyung Jung) me había dado, y empecé a poseer fe por medio de la lectura de los libros del Dr. Jaerock Lee Cielo e Infierno.
La Cruzada Especial de Sanidad Divina empezó y mi cuerpo también empezó a sentirse mucho más ligero durante el tiempo de arrepentimiento. Cuando el Dr. Jaerock Lee oró por los enfermos desde el púlpito, yo me di cuenta que el mareo y el temblor habían desaparecido y que ahora podía caminar por mi mismo y podía mover libremente mis manos y mis pies.






“Ahora se por qué Dios me dijo, ‘Id y vedlo”

Jan Hong In (Paris, Francia)

Cuando conocí a la Pastora Liu Tsia Fang en una reunión en Paris en el mes de febrero de este año, ella me habló sobre la Iglesia Central Manmin y sobre el Dr. Jaerock Lee. Intrigada, posteriormente compré e inicié a leer la versión en Chino de los libros del Dr. Lee Saboreando la vida eterna antes de la muerte, El Mensaje de la Cruz, Cielo I y II, Infierno, La Medida de la Fe, y El Poder de Dios.
De estos libros aprendí que el Dr. Jaerock Lee es un hombre fiel a Dios y que se comunica profundamente con Él. Yo siempre había pensado que si alguien profesa su fe en Dios, no solamente tiene que abstenerse de pecar sino también echar fuera todo el pecado porque eso es precisamente lo que la Biblia nos ordena que hagamos. Yo se que muchas personas dicen que es imposible para los Cristianos, quienes después de todo son solamente humanos, puedan permanecer alejados del pecado y echarlo fuera totalmente. Sin embargo, el Dr. Lee nos dice claramente las razones por las cuales tenemos que hacerlo y las formas de lograrlo.

Un día, la Pastora Liu Tsia Fang me pidió que la acompañara en un viaje a Corea a finales de Mayo. Esa noche, tratando de comprender la voluntad de Dios en la propuesta que había recibido, me dediqué a un tiempo de oración. Después cuando abrí la Biblia, la primera frase que cautivó mi mirada fue “Id y vedlo” en Marcos 6:38. Tres días antes de partir para Corea, guiada por la curiosidad, hice una investigación en el Internet sobre la Iglesia Central Manmin. Había muchos sitios Web y escritos condenando a la Iglesia Central Manmin como hereja. Quedé desconcertada pero permanecí convencida de la gracia que había recibido a través de los libros del Dr. Lee y pensé, ‘Los grandes siervos de Dios son grandemente perseguidos. Satanás teme mucho a los que sirven a Dios con fidelidad’.
Después de llegar a Corea el 26 de Mayo, pude confirmar dentro y en los alrededores de la Iglesia Central Manmin las obras de Dios que se ha estado realizando a través del Dr. Jaerock Lee. Además, nunca había visto en otro lugar la clase de cercanía entre un pastor y una congregación como la que existe en Manmin. El amor que los miembros de Manmin tienen por su pastor brota de su corazón y se debe a que el Dr. Lee los trata con amor y sin equivocación les da testimonio del Dios viviente.
Antes de la Reunión Especial de Sanidad Divina el 30 de Mayo, me registré como paciente. Me sentía profundamente conmovida por medio del Dr. Lee dando testimonio de Dios y de Jesucristo a través de un mensaje titulado “Fe” y orando por cada uno de los 1,700 pacientes reunidos. Cuando me tocó el turno de recibir la oración del Dr. Lee, mi nariz se sentía despejada. No había podido dormir por varios días a causa de un severo resfriado pero mi cuerpo se sentía liviano. Por encima de eso, también fui sanada de miopía y de otros malestares. ¡Aleluya!
Durante mi estancia en Corea, me di cuenta por qué Dios me dijo, “¡id y vedlo!”. Regresé a Francia con mi amor por Dios renovado y con esperanza por el cielo.






“¡Libre al Fin!”

~Chul-Hyun Song (4 Distrito\; 2-5 Misión de Hombres)

Cuando tenía 29 años, me dañé la cintura. Para empeorar las cosas, fui golpeado por un carro conducido por un conductor ebrio, 7 años después de eso yo continuaba sin poder usar el lado derecho de mi cuerpo. Siempre cojeaba y en ocasiones me era difícil hasta levantar mis brazos. Día tras día, mi hombro derecho, brazo y pierna permanecían en constante dolor. Es más, hace 7 años mi brazo quedó atrapado en una trampa para ratas y mi dedo meñique se quebró y quedó rígido sin ser nunca completamente sanado. Cuando apuñaba mi mano, el meñique no se doblaba.
Después de recibir la oración del Dr. Jaerock Lee durante la Cruzada Especial de Sanidad Divina en Mayo, una sensación que me quemaba abrazó mi cuerpo y algo realmente notable sucedió. Inmediatamente me di cuenta que ahora podía doblar el meñique de mi mano derecha, el dolor de mi brazo y pierna derecha había desaparecido, y mi cuerpo se sentía como una pluma.