Con más de 5,000 diferentes especies alrededor del mundo; y aproximadamente 100 de ellas en Corea, las libélulas son insectos voladores que generalmente se alimentan de mosquitos y moscas. Excelentes cazadores con un apetito voraz, se dice que las libélulas deben de comer al menos 200 mosquitos al día para estar satisfecha.
Últimamente, los miembros de la Iglesia Manmin se alegran debido a estas libélulas. Oyen por todo Corea, Japón, los Estados Unidos, y África de la aparición de libélulas. Sea en la iglesia, en el trabajo, en el patio de sus casas, las libélulas revolotean alrededor de los hermanos miembros de la Iglesia Manmin y se posan en sus manos, en sus palmas, y en sus narices, mientras que los molestos mosquitos ya son noticia del pasado.
Una sonrisa se dibuja en los rostros de los miembros de la Iglesia Manmin cuando ven a las libélulas volando en grupo. ¿Podría ser, tal vez, que están volviendo a su niñez, a ese momento en el que, al menos2 una vez, se habían quedado fuera hasta bien tarde en un afán desesperado y muchas veces inútil de agarrar alguna de esas libélulas? Sin embargo, hoy por hoy, los hermanos de Manmin, se han hecho muy buenos amigos de las libélulas. El miércoles, 9 de julio de 2008, infinidad de libélulas volaron cerca de dos horas alrededor del perímetro del Sol y los miembros de la Iglesia Manmin se gozaron. Después de ese suceso, se han visto cientos e incluso miles de libélulas volando sobre el terreno de la iglesia y en otros lugares.

¿Cómo puede explicarse todo esto?

Al leer el libro de Éxodo, nos encontramos con el pasaje en el que Moisés guía a los Israelitas a cruzar a pie y en seco el Mar Rojo. (Éxodo 14). Cita la Escritura: "Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas." (v. 21)
Esto es posible si una ráfaga de fuerte viento sopla en ambas direcciones, divide el agua del mar a la izquierda y a la derecha, y forma muros de agua en cada lado. Esto significa que mientras unos 2 millones de israelitas, incluyendo niños y ancianos y todo su ganado cruzó el Mar Rojo, este vendaval continuó soplando.
Hoy, cuando un huracán o un tornado arrasa con casas y edificios, las hace volar lejos por los cielos. La pregunta es: ¿Cómo fue posible para Moisés y para el pueblo de Israel atravesar tranquilamente el Mar Rojo, en medio de ese torbellino de vientos huracanados?
Esto fue posible porque Dios abrió un espacio o un corredor espiritual invisible e hizo pasar a Moisés y a los israelitas a través de él. En otras palabras, y para entenderlo más fácilmente, Dios puso una especie de "túnel de cristal transparente" en medio del Mar Rojo; y el pueblo de Israel cruzó a través de ese "túnel".
En Su justicia, Dios colocó en un instante en ese espacio espiritual al pueblo de Israel, que había confiado y seguido a Moisés; y los hizo atravesar tranquila y fácilmente en medio de ese vendaval de vientos huracanados. El ejército egipcio, que estaba persiguiéndolos, sin embargo, no confió y tuvo temor, pero aun así, siguió a Moisés, y por eso no pudieron entrar en ese espacio espiritual. En otras palabras, como permanecieron en el nivel de la carne, no pudieron experimentar el poder de Dios y terminaron ahogándose en el Mar Rojo.
El mismo principio se aplica en Josué 3:14-17 cuando los Israelitas intentaron cruzar el desborde del caudal del río Jordán. Señala el pasaje: "Cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua,..." Y continúa la cita diciendo: "las aguas que venían de arriba se detuvieron como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Saretán, y las que descendían al mar del Arabá, al Mar Salado, se acabaron, y fueron divididas; y el pueblo pasó en dirección de Jericó.
Además de lo anterior, Dios ha manifestado obras inexplicables de Su poder a través de estos espacios espirituales, por ejemplo, con la estrella que guió a los reyes magos del Oriente (Mateo 2:9); con la plaga de la langostas en Egipto (Éxodo 10); con el maná y las codornices en el desierto (Éxodo 16:13-14); con Elías, corriendo más rápido que el carro del rey (1 Reyes 18:46); y con la inexplicable desaparición de Felipe, luego que le predicara el evangelio al eunuco etíope (Hechos 8:39).
Nuestro Dios; que es el mismo ayer, hoy, y por los siglos, actualmente da testimonio que está vivo, protegiendo a los miembros de la Iglesia Manmin de accidentes automovilísticos en los que el auto ha quedado totalmente destrozado; mostrándonos nubes que aparecen y desaparecen de repente, a través de los movimientos de las estrellas, y con las libélulas.
Ver que algo es creado o que sale de la nada, no sólo es posible en los tiempos Bíblicos, sino también lo es por toda la eternidad para todos los hijos de Dios que creen y confían completamente en su Padre.