Estoy demasiado ocupado para predicar el Evangelio""
''Yo sí quiero predicar el Evangelio pero no sé las palabras adecuadas"".
""Soy tímido, no me es fácil hablarle a la gente"".
¿Es tan difícil predicar el Evangelio?
Estamos llegando a fin de año, ¿hasta que punto usted va a comprometerse en ser cristiano?
O simplemente, ¿usted suspira cuando se da cuenta que sólo le quedan al calendario 2008, 2 páginas?
Si usted está necesitando algo que vuelva a motivar su fe en Cristo, les recomiendo que prediquen el Evangelio a las almas que se pierden. No es difícil hacerlo\; y a medida que lo vaya haciendo, le resultará cada vez más fácil compartir con otros las Buenas Nuevas.

No se trata de lo que usted hace.

Predicar el Evangelio puede parecerle difícil si se afana en hacerlo por sus propios medios. Como en todas las cosas que hacemos por el reino de Dios, es imprescindible la ayuda de Dios a través del Espíritu Santo para predicar el Evangelio. Cuando oramos fervientemente con el objetivo de evangelizar, seremos llenos del Espíritu Santo, y Él hará la obra en el momento que nosotros prediquemos, tocando los corazones.
Hasta que la persona no creyente se una a la iglesia, el enemigo Satanás empleará un sinnúmero de artimañas para interferir en esa vida. Por lo tanto, debemos orar y ayunar por la persona a la que vamos a predicarle para que las fuerzas del maligno retrocedan y no interfieran en su camino hacia la salvación. De los testimonios de gente que ha evangelizado a muchos, a menudo escuchamos que han orado y ayunado por personas que jamás conocieron.

Tampoco es trabajo de uno solo.

Debe permitir que la persona a la que usted quiere predicarle el Evangelio, llegue a entenderlo por si misma. No podemos emplear métodos manipuladores que le impongan que ""deben creer en Jesús"". Resultaría mucho mejor y despertaría mayor interés y curiosidad en la persona si le preguntamos algo como, ""¿conoce a Jesús?
Es así que, usted debe crear un ambiente en el que la persona llegue a entender por sus propios medios, quizás invitándole a una reunión especial en la iglesia, recomendándole sermones en casete y CD, o algún libro, o simplemente acercándole un periódico de la iglesia. Entonces, así será más fácil entablar una conversación sobre la vida cristiana, en un momento menos oportuno y donde se sientan cómodos.

Todo se trata de poner por obra la Palabra.

Con amor e interés, ustedes debemos ser olor fragante de cristo. Como encontramos en Santiago 2:15-16, ""si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?"" predicar el evangelio es una manera en la que nosotros los que hemos creído ornemos en práctica el amor y sacrificio que hemos escuchado y aprendido en la Palabra. No importa cuán endurecido pueda estar el corazón de una persona, nuestras obras de amor pueden derribar las barreras que se levantaron en ese corazón, y así aceptar a Jesús.

También se trata de nuestras experiencias

De igual modo, compartir nuestro propio testimonio es más efectivo que compartir el de otra persona porque de ese modo, será más fácil darle evidencias de la experiencia con Dios. Hay, entre los que predican el Evangelio, los que ponen demasiado énfasis en la iglesia a la que asisten o sobre el pastor que tienen. Hablan como si las obras del Espíritu Santo sólo sucedieran en esa iglesia a través de los mensajes de su pastor. El objetivo de la evangelización siempre tiene que ser Dios y Jesucristo.
Además de esto, una de las mejores maneras de predicar el Evangelio es abordar temas que interesen a la otra persona y brindarles una solución espiritual a los problemas más urgentes, por ejemplo, aconsejarlos de cómo Dios puede obrar en sanidad sobre una enfermedad, sobre Sus bendiciones y respuestas a la necesidad económica, etc.
Finalmente, un mensajero del Evangelio puede llegar a sentir la ""presión de evangelizar a todo el mundo"". Es necesario siempre recordad que lo más importante es tener un corazón dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar que los demás acaben en el Infierno.

~ ilustrado por Hyun-Kyung Kim

""¿Por qué me Resulta tan Difícil Predicar el Evangelio?"" He Aquí unos Tips muy Útiles.

♥ Orar sin cesar.
♥ Amar sinceramente a los demás.
♥ Saludar con una sonrisa.
♥ Considerar a los demás como superiores a mi mismo.
♥ Recordar los nombres, ocupaciones y preferencias.
♥ Proveer lo que necesiten.
♥ Compartir una comida.
♥ Emplear volantes o libros
♥ Ser entendido del momento en que estén necesitados espiritualmente.
♥ llevar una vida de ejemplo

Predicando el Evangelio con la Vida Misma

~ el Diácono Ee-Hee Song trabaja en el Servicio Nacional Impositivo, y como una persona más que se siente en deuda por la Gracia de Dios, predica el Evangelio con su propia vida.

Cuando llegué por primera vez a Manmin, Dios me sanó completamente de Hepatitis B a través de la oración del Pastor Principal. Luego de experimentar el Dios Viviente, compartí con cada uno de mis parientes mi testimonio. Guiar los pasos de un no creyente hacia la iglesia no sólo requiere oración, sino también servicio que los demás puedan ver y reconocer. Luego de sembrar, y ante la necesidad de alimentar el espíritu, la gente se encuentra con la iglesia.
Después de la Reunión de Oración de Daniel o la de los Sábados, yo llevaba escritos del Pastor Principal y periódicos de la iglesia a los restaurantes locales. Por último, fijaba mi vista en tiendas que eran más accesibles.
Me di cuenta de que la gente que permanecía en la iglesia era la que había experimentado a Dios, pero que aquellos que no habían tenido esas experiencias rara vez permanecían. Fue allí donde me di cuenta la necesidad que tenia de formarme en la Palabra, y que mi corazón se pareciera al Nuestro Señor para poder acercarme a las personas lleno del amor de Dios. También sentí la necesidad de juntarme con un compañero para predicar y capacitarme en la predicaron de l Evangelio.
Predicar Las Buenas Noticias es una tarea imprescindible para los hijos de Dios, y mientras más lo hacemos, más crece nuestra fe. No es algo ""difícil"" o ""especial""\; es sólo la"" Gracia de Dios"", y la ""vida misma"".