Cuando las diez plagas cayeron sobre todo Egipto, ni siquiera una, vino sobre Gosén, área donde vivían los israelitas. (Éxodo 8:22; 9:26).
En la actualidad, Dios aún protege a sus hijos que confían en Su Palabra y le obedecen. Vamos a conocer juntos a los miembros de Manmin que han experimentado la obra y la protección de Dios en sus vidas.




Japón

Tan pronto como recibí la oración grabada por el teléfono.
Pastor Saetaka Maeda (Iglesia Tsurumi Gospel, Yokohama, Japón)

Originalmente, el 9 de enero de 2009, padecía de una enfermedad intestinal; pero luego, casi perdí la conciencia debido a un dolor de estómago agudo. En el hospital, me diagnosticaron diverticulosis en el colon. Mi médico me dijo que la inflamación de colon causaba debilidad en mi hígado, intestinos y páncreas. Añadió que si no hubiera llegado a tiempo, podría haber sufrido ruptura intestinal o infección debido al desorden de excreción. Afortunadamente no fue necesaria la cirugía y pude volver a casa.
El 11 de enero, llamé al Rev. Kyeongtae Jung, pastor de la Iglesia Tabata Manmin de Tokio, y le expliqué brevemente acerca de mi situación. A través del teléfono el Rev. Jung oró por mí con el pañuelo sobre el cual había orado el Dr. Jaerock Lee (Hechos 19:11-12), y sentí algo como electricidad que corría a través de mi cuerpo.
30 minutos más tarde, el Rev. Jung me llamó y me hizo escuchar la oración del Dr. Jaerock Lee que estaba grabada en un MP3, recibí la oración con un corazón sincero y agradecido.
30 segundos más tarde, comencé a experimentar un éxtasis. Las sombras de la oscuridad me dejaron, y entonces una luz cálida y brillante resplandecía en mi cuerpo, como un rayo de sol y cubrió todo mi cuerpo. La luz me trajo una paz indescriptible y me hizo sentir muy bien. En ese momento, el temor y los dolores desaparecieron y yo tuve seguridad de mi sanidad. Al día siguiente, el 12 de enero, pude manejar hasta el hospital. Mi médico y todo el personal del hospital se sorprendieron de verme porque ya no parecía estar enfermo. Los estudios habían comprobado que mis intestinos estaban casi restaurados completamente, y los estudios del 19 de enero mostraron que mis intestinos estaban completamente normales.

República Democrática del Congo

Mis tiendas fue protegido de un fuego violento

Actualmente estoy viviendo en Butembo y poseo tres tiendas en la ciudad de Goma. Aproximadamente a la cinco de la mañana del 4 de enero, recibí una llamada de uno de mis empleados que me contó que el edificio dentro del cual estaba ubicada mi tienda se estaba incendiando. Otras tiendas ubicadas en el mismo edificio ya habían sido dañados, lo que causó la pérdida de aproximadamente 10.000 dólares americanos en propiedades.
Los bomberos que pertenecen a las Fuerzas Pacificadoras de las UN, fueron enviados rápidamente al lugar pero tuvieron dificultad para extinguir el fuego debido a que las tiendas estaban pegados los unos a los otros y las puertas cerradas con llave.
Cuando mi empleado me contactó, ni siquiera pude llegar al lugar debido a que los caminos estaban bloqueados por las luchas entre el ejército nacional y los rebeldes. Me arrodillé y oré a Dios, y anhelé con todo mí corazón recibir la oración del Dr. Lee.
Debido a que había sido testigo de la obra de Dios, para transformar lo imposible en posible, manifestado a través del Dr. Jaerock Lee, tuve fe de que Dios me protegería y todo lo que pude hacer fue pedirle a mi empleado que impidiera que el fuego se expandiera hacia mi tienda.
Y algo milagroso ocurrió. El fuego que se estaba diseminando rápidamente hacia mi tienda, repentinamente se detuvo justo frente al mismo. Los bomberos y la policía militar estaban todos sorprendidos.

El fuego causado por una descarga eléctrica pudo haber quemado todas las tiendas del edificio debido a que comparten la misma línea eléctrica. Sin embargo, mi tienda fue protegida debido a que el Dios de amor lo cuidó con Su poder porque yo creí y oré con fe.

"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis." Jeremías 29:11