Podemos tener comunión con Dios Todopoderoso por medio de los servicios de adoración en los hogares. Cuando nosotros le ofrecemos a Dios los servicios de adoración en nuestros hogares, alabamos y glorificamos Su nombre con un corazón agradecido y amor a través del servicio, podemos recibir bendiciones espirituales y físicas, y convertirnos en hijos que glorifican a Dios.


1. Un atajo para que todos los miembros de una familia entren al mejor lugar del Reino Celestial

Cuando tenemos regularmente servicios en nuestros hogares, todos los miembros incluyendo al esposo, la esposa y los hijos pueden tener muchos beneficios en común en la fe. Cuando nos animamos el uno al otro con la Palabra de Dios, y oramos y cantamos alabanzas juntos, podemos descubrir nuestras deficiencias y debilidades y mejorar nuestras vidas de fe a través de los servicios en los hogares. El miembro de la familia que tenga una fe más fuerte que los demás, puede ayudar al resto a mejorar su fe. De esta manera, todos los miembros son animados a ser fieles al reino de Dios y sembrar delante de Dios con la misma medida del miembro más fuerte en la fe de la familia. Es así como toda la familia podrá entrar a un mejor lugar en el Cielo y habitar cerca el uno al otro y compartir el amor eterno entre sí. Por esta razón, debemos ofrecer el servicio de adoración de manera regular, y a través del servicio, tenemos que sembrar la esperanza en los lugares más hermosos del Cielo en los corazones de los miembros y ayudar a los demás miembros; saber qué hacer para entrar en un lugar mejor en el Cielo. También debemos de manera diligente instar y fortalecerlos para que elijan y realicen las cosas que son placenteras para Dios. Entonces, todos los miembros podrán disfrutar de la prosperidad de sus almas, tener éxito en todas las cosas que hagan y disfrutar de buena salud. Podrán ingresar y morar juntos en lo más bello del reino celestial, la Nueva Jerusalén.


2. Una buena oportunidad para agradar a Dios

Todos los hijos de Dios deben guardar el día del Señor como un día santo. La esencia de esto es adorar a Dios en espíritu y en verdad. Los servicios de adoración se clasifican en: Servicio Dominical Matutino, Servicio Dominical Vespertino, Servicio del miércoles por la noche, Vigilia entera del viernes, Servicio de adoración de células, Servicio de oración a la madrugada, Servicio de adoración en hogares, etc. Debido a que los servicios de adoración son una gran oportunidad para agradar a Dios y cumplir con los deseos de nuestro corazón, debemos ofrecer el servicio a Dios con todo nuestro corazón, fuerza y sinceridad.
Los servicios de adoración en los hogares deben realizarse en el momento que todos los miembros de la familia puedan estar juntos. En el grupo familiar de los creyentes lo más aceptado es que el padre dirija el servicio como el predicador. Se recomienda que sigan el método que le agrade a Dios en el orden del servicio sin tener que insistir en patrones regulares. También se recomienda que todos los miembros participen en el orden del servicio y que lo hagan con gozo y acción de gracias. Es importante que los miembros de la familia compartan de manera cómoda lo que sienten en sus corazones y lo que quieran decir, en lugar de mantener el servicio dentro de un orden fijo, formal o bajo cierto formato.
Por ejemplo: la familia puede cantar un himno y luego leer una porción de las Escrituras, un bosquejo bíblico o turnarse para leer un libro cristiano. Luego de esto deben tener un tiempo para meditar en la voluntad de Dios que ha sido puesta en ellos y cómo poner en práctica Sus enseñanzas en su diario vivir. Cuando todos los miembros participan en turnos en los servicios, pueden prepararse para el servicio de su hogar en oración e incluso los niños pueden participar de manera activa y voluntaria. El libro del Dr. Jaerock Lee titulado LA FUENTE DE LA VIDA es una muy buena recomendación para las familias que están intentando realizar el servicio de adoración por primera vez. Los tópicos en el libro incluyen temas como: Dios el Creador, Jesucristo el Salvador, el camino de la salvación, el Espíritu Santo, el servicio de adoración, la oración, la fe y otros temas básicos de la vida cristiana. Es una buena guía para solucionar muchos problemas en la vida de acuerdo a la Palabra de Dios.


3. La sabiduría de los padres para educar a sus

Por medio de los servicios de adoración, los padres deberían enseñar a sus hijos a amar a Dios por sobre todas las cosas y luego a amar a su prójimo como a sí mismos. Los padres también deben enseñarles y ayudarles a asistir regularmente a los servicios de adoración, orar sin cesar, disfrutar de la alabanza al Señor, leer la Biblia y memorizar pasajes de las Escrituras. Los padres deben ayudar a sus hijos a evitar las cosas de este mundo y aquellas cosas que quizás aprenden por lo que escuchan y ven. De esta manera, los niños pueden crecer en la verdad y siempre mantener su fe sin caer en las tentaciones del mundo, incluso aunque estén en su adolescencia o en su juventud.
Es importante que los padres posean una buena fe, pero lo más importante es que ellos puedan ayudar a sus hijos a poner una buena base en su fe. Cuando los padres realizan el servicio de adoración en sus hogares y dan un buen ejemplo de fe, sus hijos no se involucrarán en las cosas de este mundo, sino que harán todo lo posible para asemejarse al Señor. Quizás tengan un poco de dificultad al principio con el servicio de adoración en sus hogares, pero si continúan participando del mismo de manera regular, podrán llegar a disfrutarlo con el paso del tiempo. Los padres podrán ver a sus hijos obtener sabiduría de la Palabra de Dios y crecer con buena salud, y así, cumplir con sus responsabilidades apropiadamente. Cuando el grupo familiar está bien en la fe, cada individuo podrá llevar una vida cristiana apropiada. Cada pequeño hogar es una unidad de la sociedad cristiana. Si el grupo familia se mantiene firme en la roca de la verdad, se podrá mantener la paz en la familia y los niños no irán por un mal camino. Estos hermosos hogares pueden formar una sociedad sólida. Los obreros de la iglesia con el título de diáconos, diaconisas y ancianos, deben conducir bien sus hogares, como dice 1 Timoteo 3:3-4,12.