P: Por mucho tiempo he pensado que la oración silenciosa es santa y reverente ante Dios. Sin embargo, en la Biblia Dios nos dice que 'clamemos' en oración. ¿Por qué debemos clamar en oración?


R: En Jeremías 33:3, leemos: "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Dios promete respondernos cuando 'clamemos' a Él en oración. Esto se debe a que no podemos tener pensamientos ociosos y experimentar somnolencia, más bien podremos ofrecer una oración sincera cuando clamamos en oración.

Claro está que, al orar justo antes del servicio o en el hogar en la noche, debemos hacerlo de manera silenciosa para no causar molestias a nuestros vecinos. Pero a excepción de estos casos, debemos clamar en oración, porque esa es la voluntad de Dios.


Clamar en oración: Dios se complace con ello y responde

En Lucas 22:44 podemos ver que Jesús clama en oración. ¿Con cuánto fervor oró hasta que Su sudor se convirtió en gotas de sangre que caían al piso?

La Biblia nos habla acerca de muchos antepasados de la fe aparte de Jesús quienes clamaron a Dios en oración. Cuando los antepasados de la fe como Moisés, Samuel y Esteban lo hacían, Dios les respondía. (Éxodo 15:22-25; Números 12; 1 Samuel 7:7-10; Hechos 7:54-60)

Cuando murió el hijo de la viuda de Sarepta, Elías clamó al Señor y el muchacho volvió a la vida, tal como está escrito en 1 Reyes 17:17-24. Jonás también clamó desde el estómago del gran pez y volvió a la vida (Jonás 2). Un mendigo ciego llamado Bartimeo recibió la bendición de la vista al clamar a Jesús (Marcos 10:46-52).

El clamor en oración demuestra que tenemos un corazón muy sincero, de manera que oramos en voz alta. Por medio de esa oración seremos llenos del Espíritu Santo y el enemigo diablo y Satanás huirá de nosotros. Además podremos recibir respuestas y experimentar cosas espirituales. Entonces llegaremos a ser verdaderos testigos de Jesucristo e incluso manifestaremos las obras del Espíritu Santo.


Clamar en oración: Una clave para recibir respuestas de acuerdo a la ley de Dios

Adán, el primer hombre, comió del árbol de la ciencia del bien y del mal y fue maldecido por causa de su desobediencia, de modo que todos los hombres llegaron a comer del fruto de la tierra a través de mucho esfuerzo (Génesis 3:17-19). Claro está que fueron liberados de toda maldición por medio de la crucifixión y resurrección del Señor, pero aun así pueden comer únicamente si labran la tierra con esfuerzo mientras están en la carne. 2 Tesalonicenses 3:10 dice: "...Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma". Es por esto que al orar debemos hacerlo con tal fervor como cuando sudamos.

Y hay algo más que debemos recordar: Dios conoce lo más profundo de nuestro corazón, pero los ángeles no lo conocen. Es por eso que debemos orar con sonidos que procedan de nuestras bocas, porque los ángeles escuchan nuestra oración y la llevan hasta los arcángeles, quienes a su vez reúnen el aroma de nuestras oraciones y lo colocan en el incensario de oración alrededor del trono de Dios. Es decir, cuando clamamos en oración, esta se ofrece ante el trono de Dios y podemos recibir respuestas de Su parte.


Significado espiritual de "...cuando ores, entra en tu aposento..."

Algunos quizás se preguntan por qué debemos clamar en oración aunque Mateo 6:6 dice: "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto...". No obstante, debemos entender el significado espiritual porque la Biblia fue escrita bajo inspiración del Espíritu.

Jesús oró en la montaña toda la noche, según lo registra Lucas 6:12, y lo hacía en las mañanas en un lugar desierto, según se registra en Marcos 1:35. Él no oraba en un aposento. Daniel oraba con las ventanas abiertas en dirección a Jerusalén (Daniel 6:10), Pedro oraba en la azotea (Hechos 10:9) y el Apóstol Pablo oraba en un lugar de oración (Hechos 16:13-16). Ellos hicieron esto para poder clamar en oración con toda su mente y corazón.

¿A qué se refería Jesús entonces cuando dijo que entremos en el aposento para orar? En este caso, en la Biblia un "aposento" simboliza espiritualmente el corazón del hombre. Podemos 'desconectarnos' del entorno externo cuando cerramos la puerta de un aposento que es desierto y silencioso. Asimismo, debemos desconectarnos de todo pensamiento ocioso, de las preocupaciones y la ansiedad para poder orar con todo nuestro corazón.

Este mensaje de Jesús hizo que la gente desconfiara de la manera de orar presentada por los fariseos y sacerdotes que oraban en alta voz en las calles para jactarse de sí mismos. Por medio de este mensaje, Jesús quería enseñar a la gente que Dios no aceptaría esas oraciones. En otras palabras, él nos dijo que oremos desde el fondo de nuestro corazón.

Por consiguiente, debido a que Dios conoce lo más secreto del corazón y las circunstancias, y ya que Él puede darnos todo lo que le pidamos porque es el Amo de todas las cosas, debemos orar con la mente y el corazón y sin ostentar de lo que hacemos.


Terminología bíblica - * ¿Qué es hablar en lenguas?

Como está escrito en 1 Corintios 14:5, Dios desea que todos Sus hijos hablen en lenguas, las que son uno de los dones del Espíritu Santo según se registra en 1 Corintios 12:10. Cuando hablamos en lenguas, hablamos secretos por parte del Espíritu de Dios. De este modo el enemigo diablo y Satanás no puede interrumpir nuestra oración y esta se torna útil para nuestro crecimiento espiritual.

En la oración en lenguas, el Espíritu Santo que vive en nuestro ser intercede por nosotros, de modo que podemos pedir a Dios incluso por lo que no conocemos y lo que más necesitamos ante Sus ojos. Así lograremos recibir respuestas con prontitud. Recibiremos además la llenura del Espíritu Santo para que podamos vencer el cansancio de nuestro cuerpo físico y alejar o detener las pruebas y aflicciones por medio de la oración.

Asimismo, podremos comunicarnos con Dios con mayor claridad e incluso saber lo que sucederá en el futuro en la medida en que alcancemos el corazón espiritual ya que el Espíritu Santo examina las profundidades de Dios. De este modo recibiremos la esperanza por el Cielo en gran manera. Al hablar en lenguas nos llenaremos de fe y nuestras almas serán prósperas.

No obstante, cuando oramos únicamente en lenguas, nuestro entendimiento queda sin fruto, tal como está escrito en 1 Corintios 14:14. Es por eso que oramos en el espíritu, pero también con el entendimiento. La oración en lenguas es oración con el espíritu por lo que pide únicamente la prosperidad del alma. Pero orar con el entendimiento incluye la búsqueda del reino y la justicia de Dios primero y pedir por los deseos del corazón, tales como la solución a los problemas familiares, en el trabajo, en el negocio, etc. Por consiguiente, anhelo que usted se convierta en un cristiano más poderoso al orar tanto en lenguas como con el entendimiento.