“Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad; He aquí dará su voz, poderosa voz” (Salmos 68:33).


¿Ha pensado alguna vez acerca de la apariencia de Dios en el principio? Al comienzo Dios no tenía ninguna forma específica, pero Él abarcaba todo el universo como la Luz brillante que contiene el sonido sonoro (Ref.: Juan 1:1, 1 Juan 1:5) Él señoreaba el espacioso universo solo con la luz y la voz original. En cierto punto, Él planificó el Cultivo de la humanidad para obtener hijos verdaderos y poder compartir amor con ellos por siempre.

Después Dios creó los cielos y la tierra y todas las cosas en ellos, y todo fue por medio de Su voz original (Génesis 1:1-26). De este modo, todas las criaturas pueden discernir la voz original y la obedecen de inmediato, aun trascendiendo el espacio y el tiempo.

En Lucas 18 y Marcos 10 se describe los incidentes de hombres ciegos que recibieron rápidamente sus respuestas gracias a la voz original de Jesús. ¿Cuál es el secreto para recibir estas rápidas respuestas?




¡La voz original! La voz que creó el día y la noche, el cielo y el mar, la tierra, las plantas y árboles, y al hombre.


Debe creer en ella desde el fondo de su corazón

Jesús pasó por todas las ciudades y aldeas proclamando el evangelio del reino y mostrando señales por medio de las cuales confirmó Su Palabra. Él causó que los cojos caminen y salten, que los ciegos vean, los mudos hablen y los sordos escuchen. Gracias a Él los leprosos fueron sanados y los demonios salieron de las personas. Él sanó a muchas personas de todo tipo de enfermedades y debilidades.

Las noticias de estas obras se difundieron ampliamente, por lo que grandes multitudes de personas se reunían en todo lado al que Él iba. Cierto día Él fue a Jericó donde había un mendigo ciego llamado Bartimeo sentado en la calle (Marcos 10:46-52). Cuando este escuchó que el que llegaba era Jesús, se puso a clamar sin dudarlo.

“¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”

Él clamó a gran voz porque creía que Jesús podía abrir sus ojos. Además, por la profesión de su fe en Jesús que había venido como Salvador, él lo llamó “Hijo de David”. Esto se debió a que todo el pueblo de Israel sabía que el Salvador nacería de las generaciones de David.


Necesita clamar en oración de manera que se alcance justicia

Antes de que Adán, el primer hombre, comiera del árbol de la ciencia del bien y del mal, él vivía de todo lo que Dios le proveía, sin tener que esforzarse. Pero desobedeció la Palabra de Dios y comió del árbol, así que el pecado entró en él y se convirtió en un hombre carnal. Desde ese entonces el hombre llegó a comer su pan luego de esforzarse por él, tal como está escrito en Génesis 3:19. Esta es la justicia de Dios. Por ende, debemos 'esforzarnos' para recibir respuestas de parte de Dios.

Esto simboliza espiritualmente que necesitamos clamar en oración ferviente con toda nuestra mente y corazón. Debemos clamar con fe y amor en oración, con todo el corazón, mente y devoción, tal como lo hizo Jacob, quien obtuvo bendiciones al pedir hasta que se dislocó la cadera (Génesis 32:24-30) y Elías, quien oró con fervor al punto de recibir la respuesta de la fuerte lluvia durante los tres años y medio de sequía (1 Reyes 18:42-46). Entonces podremos conmover el corazón de Dios y recibir respuestas rápidamente.


Debe tener fe perfecta que es inmutable

Cuando Bartimeo clamó, la gente insistía en que se callara. No obstante, sus sentimientos no fueron heridos ni se sintió desalentado. Más bien siguió clamando aún más. Ya que él tenía la fe firme de que podría ver si tenía un encuentro con Jesús, no podía perder esta oportunidad, a pesar de lo que la gente le decía. Entonces Jesús se detuvo y dijo: “Llámenlo”.

De la misma manera, nosotros también debemos mostrar las obras de fe, un clamor ferviente en oración, sin importar el tipo de dificultad en la que estemos.

En Mateo 15 aparece una mujer en Canaán quien recibió respuestas porque quebrantó su orgullo y se humilló por completo. Por el contrario, algunas personas no confían en Dios o sienten que sus sentimientos han sido heridos por asuntos insignificantes aunque piden que un gran problema sea resuelto.


Necesita las obras de obediencia que se despojan de su ‘capa’

Cuando Jesús mandó a llamar a Bartimeo para que se presentara ante Él, Bartimeo arrojó su capa y de un salto acudió a Jesús.

En este caso, la ‘capa’ representa espiritualmente todo tipo de corazón falso, como aquel que está lleno de orgullo y arrogancia. Esto indica que debemos despojarnos de todos los pecados sucios y malolientes para encontrarnos con Dios que es santo.

Jesús acudió al mendigo ciego y le dijo: “¿Qué deseas que haga por ti?” Y el ciego respondió: “Raboní, que recobre la vista”. Y Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha sanado”. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.

De la misma manera, con fe en Jesucristo debemos arrepentirnos de cada pecado que el Espíritu nos recuerda y obedecer la voz del Espíritu sin duda alguna. Anhelo que usted alcance los requisitos para recibir las respuestas en la luz de la justicia y que hable valientemente de los deseos de su corazón y que reciba respuestas cuando la voz original le pregunte: “¿Qué deseas que haga por ti?”


Extracto del Capítulo 8 titulado “¿Qué deseas que haga por ti?”, del libro Thunder the Original Voice(Trueno, la voz original) escrito por el Dr. Jaerock Lee.